La potencia contratada en nuestro suministro eléctrico es lo que nos permite utilizar varios electrodomésticos, bombillas o aparatos eléctricos simultáneamente. Es un factor clave para ahorrar en nuestra factura, ya que a mayor potencia contratada, más elevado será el coste. Pero cuidado, debemos tener la suficiente potencia como para satisfacer nuestras necesidades habituales porque de lo contrario nos pueden saltar los plomos.

Para entender bien de qué vamos a hablar, podemos hacer una comparación pensando que la potencia contratada en nuestro suministro es algo parecido a la potencia de un ordenador o a la capacidad de carga de un vehículo.

Antes de continuar, vamos a averiguar cuál es la potencia que tenemos contratada. Para ello, bastará con ir a nuestra factura y buscar: potencia contratada, la cual de debe aparecer en los datos del contrato o el suministro. En caso de no encontrar este apartado, ¡llámanos!

Lo que debemos preguntarnos es, ¿cuáles son nuestras necesidades reales? ¿Para qué quiero un camión para transportar 20 sacos de patatas, si me vale con una pequeña furgoneta? ¿Por qué querría un ordenador muy potente si sólo lo voy a usar para tareas simples como la ofimática para mi trabajo o ver series en mi tiempo libre?

Antes de comenzar a calcular qué potencia necesitamos en nuestro suministro, debemos saber que la potencia se mide habitualmente en vatios (W) y hay que dividir entre 1000 para convertirla a kilovatios (kW), que es como se mide para nuestro suministro. ¿Quién no ha ido nunca a comprar una bombilla y ha tenido que comprobar qué potencia tenía? Que si 40W, que si 60W…dependiendo de para qué estancia de la casa, elegíamos una u otra.

Un buen truco para saber cuánta potencia necesitamos es sumar la potencia de todos los electrodomésticos importantes de la casa. Después, sumaremos 1 kW para la iluminación y otros pequeños aparatos. Esta suma, la dividimos entre 3, ya que obviamente no vamos a utilizar todos los electrodomésticos y aparatos eléctricos de nuestra casa a la vez. El resultado de esta operación es la potencia que necesitamos. A continuación os dejamos una tabla que engloba los electrodomésticos más comunes y sus rangos de potencia.

Para entendernos mejor, vamos a utilizar un ejemplo. Imaginemos un hogar medio en el que tenemos esta lista de electrodomésticos:

La suma de todos ellos es de:

300 + 1800 + 1600 + 1800 + 1200 + 1300 + 1500 + 300 = 9800 W

A esta suma le debemos añadir 1kW, es decir 1000 W, para tener en cuenta la potencia del resto de aparatos pequeños.

9800 + 1000 = 10800 W

Ahora dividimos este valor entre 3 y lo convertimos a kilovatios (kW), que es como normalmente se mide la potencia en nuestro suministro:

10800 / 3 = 3600 W = 3,6 kW

Voilà! Ya tenemos nuestra potencia óptima. En este caso, necesitaremos 3,6 kW para que no nos salten los plomos habitualmente.

Ahora debemos comprobar que supera la potencia de cualquiera de nuestros electrodomésticos, lo cual es efectivamente cierto ya que 3,6 kW es bastante superior a nuestros electrodomésticos más potentes, que recordemos que son en este caso la lavadora y el horno, con 1,8 kW de potencia cada uno.

Ahora te invitamos a que hagas lo mismo y apliques este ejemplo para tu hogar. Si desconoces la potencia de alguno de tus electrodomésticos, utiliza los rangos de la primera tabla, elige el máximo del rango que te hemos facilitado y de ese modo te pones del lado de la seguridad.

En cualquier caso, te vamos a pedir que antes de realizar ningún cambio de potencia nos llames al 900 525 605 o nos escribas un e-mail a clientes@activaenergia.es para que podamos ayudarte y no tengas ningún problema ni te salten los plomos.