El consumo fantasma o standby, se trata del consumo constante de energía producido por cualquier aparato eléctrico conectado a la red, aunque no se haga uso de él en todo momento.  El ejemplo más fácil de entender es la televisión. Este consumo fantasma o standby se produce cuando lo apagamos solo con el mando, pero no lo desconectamos de la red. Es el consumo constante que se produce por simplemente, tener ese aparato enchufado.

Por una parte, estamos teniendo un consumo de electricidad que no aprovechamos y además se traduce a la larga en un deterioro de los dispositivos.

Es cierto que en algunos casos es difícil evitar este tipo de gasto. Aparatos como la nevera, el router-wifi, cargador de teléfono inalámbrico, microondas, horno, termo eléctrico, cafetera, vitrocerámica o aire acondicionado…

Este gasto en nuestra factura de la luz se refleja en un incremento de entre un 2-3% mensual, lo que en una vivienda con un consumo medio supone entre dos 2 y 5 euros al mes; esto viene a significar entre 24 y 60 euros al año, cantidad que ya no parece tan insignificante por algo que no disfrutamos.

Para evitarlo, podemos realizar distintas acciones siempre que sea posible. Acostumbrarnos a desenchufar algunos electrodomésticos después de su uso, tales como la cafetera o el cargador del móvil.  Desenchufar el termo eléctrico cuando no se vaya a hacer uso del agua caliente durante un largo periodo de tiempo. Apagar la televisión o el reproductor musical no sólo con el mando , sino desconectándolo con el botón de apagado . Otra cosa que podemos hacer es utilizar regletas múltiples con interruptor, lo cual hará que de una manera fácil varios de estos dispositivos no consuman.

Este tipo de comportamientos junto con el uso de bombillas LED y tener una tarifa adecuada a nuestro consumo de nuestra compañía de luz hará que disminuya de forma relevante nuestra factura.